En este caso hemos diseñado una vivienda de inspiración mediterránea, buscando preservar la esencia única de una emblemática esquina y resaltar elementos característicos como la altura de los techos, la estructura o las ventanas originales. Asimismo, se plantea el desafío de optimizar el espacio en una cocina de tan solo nueve metros cuadrados.

En primer lugar, se ha considerado fundamental conservar la esencia de la vivienda, resaltando su carácter mediterráneo en cada detalle. Se presta especial atención a la altura de los techos, que aporta amplitud y luminosidad al conjunto. Mediante una cuidadosa selección de materiales y colores, se busca realzar esta cualidad arquitectónica y crear una sensación de amplitud y calidez en todos los espacios interiores.

Además, se valora la estructura original de la vivienda como parte de su identidad. Se implementan soluciones que destacan y potencian sus características singulares, como las vigas y bóvedas, logrando una fusión armoniosa entre lo tradicional y lo contemporáneo. El objetivo es preservar la historia y la autenticidad de la vivienda, añadiendo elementos modernos que respeten su contexto, estilo y al mismo tiempo generen espacios funcionales.

Uno de los retos principales de este proyecto es la cocina, un espacio reducido de tan solo nueve metros cuadrados. A pesar de su tamaño, se propone una distribución óptima que aprovecha al máximo cada centímetro disponible. Mediante un diseño contemporáneo, se integran soluciones de almacenamiento en cada rincón y se prioriza la funcionalidad sin renunciar a la estética mediterránea. Hemos generado un poco más de tabiquería de la habitual para poder conseguir más metros lineales de perímetro en donde desarrollar la cocina. También hemos aprovechado la parte baja de la escalera como espacio de almacenamiento y electrodomésticos.

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